Baruj Mizrahi no nació con este nombre.
Nació como musulmán en la ciudad de Safed y se adhirió al sionismo y al movimiento Betar desde niño en la ciudad, tanto es así, que se sabía de memoria la canción “Dos orillas del Jordán”. sospecharon de él, pero con el tiempo se dieron cuenta de que hablaba en serio y se convirtió, y se convirtió en Baruj Mizrahi.
Se unió al ejercito y sus diversas actividades, fue exiliado al campo de detención en África donde fue herido por los disparos de la policía sudanesa en el campo y fue operado y le salvaron la vida. Regresó a Israel y continuó trabajando en el departamento árabe del Tzahal. Mientras viajaba por la zona de Megiddo, un policía árabe lo reconoció y lo entregó al tribunal de Kaukji, donde fue ejecutado. Sólo después de seis días se conoció su destino.
Desde entonces está enterrado en Netanya, donde hoy visitamos su tumba en una ceremonia del Consejo Regional de Samaria. Baruj era un guerrero valiente. Valiente y heroico. Uno de los héroes de Betar y los fundadores del estado en persona.
De bendita memoria.